domingo, 15 de mayo de 2011

RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN

Mediante las observaciones en los nueve centros infantiles de Quito, se puede constatar que la mayoría de centros poseen solo el 2% de los materiales para desarrollar la macromotricidad y estos son: colchonetas, almohadas, pelotas de diferentes tamaños. Ningún centro posee todos los materiales enlistados (Anexo 1 y 2), se puede decir que ningún centro observado está equipado completamente para brindar al niño un desarrollo motor adecuado.
Según Bassedas y otros autores es necesario que los materiales que manipulen los niños cumplan varias características para evitar accidentes. De los 9 centros observados, el 70% poseen el material en buen estado, el 30% restante lo tienen deteriorado.
Tomando en cuenta que los materiales que se encuentran en el patio (columpios, resbaladeras, casitas, neumáticos) son los que en peor estado físico están. Y se conoce que el juego libre, es el momento en donde el niño puede sufrir más accidentes, porque son actividades que no son planificadas por las educadoras.
Las observaciones hechas en los centros constatan que se utiliza el material, pero no exactamente para desarrollar la macromotricidad. Por ejemplo las colchonetas y almohadas se las utiliza para la hora de la siesta. Y los otros materiales como las pelotas, las ula – ulas, los rodillos, etc. utilizan los niños en el juego libre. No existe ninguna actividad planificada para desarrollar la macromotricidad, los niños la desarrollan intuitivamente, por medio del juego.
Esta aclaración se verifica cuando se conoce que en 4 centros visitados no se observó ninguna actividad planificada para desarrollar la macromotricidad en los niños de 0 a 2 años. Solo en  2 centros se  observó más de 5 veces actividades planificadas para desarrollar la macromotricidad. Y los 3 restantes solo se observó 2 a 5 veces en los 3 meses de prácticas.
Y las actividades que más se observaron en este período en sala cuna menor y mayor fueron básicas, el gateo, la marcha y saltar.
Las actividades observadas con los niños de 2 a 4 años, tienen el mismo resultado que con los niños de 0 a 2 años, solo existe un pequeño margen de diferencia. En 5 centros no se observó ninguna actividad para desarrollar la macromotricidad y solo en un centro se observó más de 5 actividades. Y en los 3 centros restantes solo se observó 2 a 5 actividades en los 3 meses de prácticas. Las actividades más mencionadas son: correr, saltar, reptar, bailar.
 Con estos resultados se puede confirmar que no se da la debida importancia al desarrollo macromotriz en la etapa inicial, sabiendo que esta etapa según Piaget y otros el niño aprende por medio de su cuerpo (movimientos) y sus sentidos.  

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